domingo, 27 de marzo de 2011

WarPhotographer


Después de ver el documental WarPhotographer, me quedó una pregunta rondándome la cabeza: ¿qué es lo que hace un fotógrafo realmente?. Evidentemente, son muchas las vertientes que tiene la fotografía; sería imposible decir en una sola frase lo que hace un fotógrafo.
Natchway hace más que un fotógrafo.  Plasma las imágenes que ve en "carne viva"; tiene una pequeña pero inquebrantable esperanza de que lo que hace sirva para mejorar al mundo, para hacerlo consciente de una realidad que no ve y lo que es más fuerte aún, lucha en contra de su propio dolor y de sus pensamientos. Imagino el dolor y el remordimiento que debe sentir cada vez que busca la foto; aunque no lo desee, necesita buscar la escena más dramática, que transmita mejor lo que realmente está sucediendo, que realmente toque el corazón del que vea la imagen y esto inevitablemente lo hace dudar de sí mismo, porque cualquier fotógrafo se siente orgulloso de decir que busca y quiere que ocurra algo para tomar una foto fantástica, pero él no puede permitirse sentir eso, no puede ser como cualquier fotógrafo. Pienso que Natchway lucha constantemente con su miedo a que un día sienta que quiere ver sufrir a alguien por captar la imagen. Por eso, necesita convencerse continuamente de que lo que hace es para bien porque si no, el sería un "aprovechador de la desgracia ajena".  
En lo personal, pienso que Natchway no sólo sacrifica su vida por su trabajo si no también lo único que le queda: la felicidad que trae la dicha del trabajo bien hecho.  Su trabajo, aunque lo hace extraordinariamente, no puede hacerlo sentir completo, feliz, únicamente puede traerle una satisfacción amarga.  Natchway está consciente de esto y lo acepta porque piensa que no todo el mundo puede vivir la guerra por un momento para reflexionar y que para eso están los fotógrafos.
De lo anterior, vuelve a mi cabeza la misma interrogante ¿qué es lo que hace un fotógrafo realmente?. Es realmente irónica y surrealista la situación durante una guerra: dos bandos en donde unos buscan control sobre otros y otros liberarse de los que los controlan y en medio: fotógrafos, entre ellos Natchway, siempre pulcro, con un aspecto que lo hace ajeno al contexto pero irrumpe en él y se involucra al punto de sentir emociones prestadas por los que allí se encuentran. ¿Cómo es posible esto?, es decir, ¿puede alguien estar y no estar?. Si bien no está exento de que lo ocurra algo, tiene la posibilidad de estar allí y que los demás lo acepten y simplemente les dé igual; no forma parte del objetivo de ningún bando. Pienso que es tan contradictorio que hasta me parece el rodaje de una película.
Natchway ha adquirido la habilidad para acercarse. Sabe que tiene que ser respetuoso para que la gente se abra a él y sobre todo para que lo que hace tenga sentido. Por esto, se acerca a la gente y le habla en voz baja, se acerca con respeto, se mueve siempre lentamente y dice pocas palabras. Se podría decir que no quiere hacer más ruido del que ya hay y de alguna manera usa su tono de voz para lograr un efecto tranquilizador. Esto es realmente difícil de conseguir; cada persona siente las cosas de forma distinta y más en una situación tan dramática como lo es la guerra, pero quizás el carácter que tiene Natchway junto con ese ánimo de denuncia que tiene las victimas es lo que permite que él continúe su trabajo.
Creo que no voy a poder responder a la interrogante. Lo único que puedo decir es que nadie conoce el corazón de nadie, sólo Dios, por lo que sería injusto decir que Natchway es bueno o malo. Lo que para mí sí es seguro es que es un hombre que se enfrenta a sus miedos; todo lo que dice durante el documental converge a la misma conclusión: la guerra no sólo está afuera si no adentro de él; vive con una lucha entre sentimientos encontrados: querer hacer el bien contra el sentimiento de querer encontrar la fotografía más impactante.